domingo, 5 de junio de 2011

Romanticismo

“El mundo no ha sido lo mismo desde entonces; nuestra política y nuestra moral han sido profundamente transformadas por los románticos. Sin duda, este ha sido el cambio más radical y más dramático, por no decir el más pavoroso, en la perspectiva del hombre de los tiempos modernos”
Isaiah Berlin

El romanticismo se dio en la primera mitad del siglo XIX. Durante esta época España le declara la guerra a Gran Bretaña (1804), José Bonaparte se convierte el nuevo rey de España (1808) y en 1816 se inventa el telégrafo Morse.

En Alemania, país de origen del romanticismo literario, fue donde el escritor Friederich Schlegel acuñó el sustantivo “romanticismo”, más para efectos académicos y culturales, que para señalar a los escritores de la época.

Los rasgos sobresalientes del romanticismo son:
Individualismo: Esto se expresa en la afirmación del sentimiento personal, en contra de recepciones racionalistas de carácter universal, y en una actitud que defiende inquietudes juveniles, como la rebeldía, la pasión desbordante, el riego  el idealismo. No es pues raro que las generaciones románticas europeas hayan sido jóvenes. Esto también explica el auge de la poesía lirica  de la música, ámbitos apropiados para la expresión subjetiva y apasionada.
Irracionalismo: Con el romanticismo se da la valoración de las emociones, fantasías y sueños. Esta situación dio pie para el surgimiento de la literatura fantástica y de terror.   
Defensa de la libertad: Los escritores románticos bogaron también por una libertad plena para el arte. Esto los llevo a defender el sentimiento como norma de conducta, y a la búsqueda de la originalidad y el estilo personal.
Idealismo: El escritor romántico asumió una filosofía idealista, mediante la aspiración al infinito y trascendente. Así, el artista romántico era aquel que podía penetrar a través de la intuición y no de la razón, e lo desconocido y misterioso.
Nacionalismo: Acorde con la afirmación del individualismo, los escritores románticos defendieron los nacionalismos, es decir, los rasgos identificadores de cada nación. Por eso se interesaron en recuperar idiomas nativos y ciertas manifestaciones de la cultura medieval que dio origen a  sus respectivos países.
Exotismo: La ambientación de muchas obras románticas en lugares y épocas lejanas fue una forma de rechazo a las sociedades modernas masificadoras.  

Autores:
Gustavo Adolfo Bécquer: (1836-1870) Poeta y narrador español quien afirmo que su propia poesía era “natural, breve, seca… brota del alma como una chispa eléctrica… hiere el sentimiento con una palabra y huye”.
Su obra poética se recogió en Rimas, compuesta de unos noventa poemas breves, y ejerció una influencia importante en poetas del siglo XX. Su obra en prosa, que fue publicada seriadamente en los periódicos, abarca Cartas Literarias y sus famosas Leyendas, relatos fantásticos ambientados en la Edad Media.

José de Espronceda: (1808-1842) Escritor español cuya producción poética se divide en tres periodos: Neoclásico, de transición y romántico. En cuanto al periodo romántico (1834-1842) en sus obras se destacan un estilo social tanto en sus poemas liricos (Canción del Pirata, El Mendigo, El Reo de Muerte, El Verdugo) como en los dos poemas narrativos (El Estudiante de Salamanca y El Diablo Mundo), que constituyen sus principales obras.

Edgar Allan Poe: (1809-1849) Escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense. Fue renovador de la novela gótica, recordado por sus cuentos de terror y reconocido por ser uno de los primeros practicantes, del cuento corto, en su país. En enero de 1845 publicó un poema que le hizo célebre, El Cuervo. Los cuentos de Terror o Cuentos Góticos constituyen su obra más conocida. 

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